viernes, 15 de octubre de 2010

EL ARTE DE AMAR: “Manifesta tu admiración por sus encantos”

Si estás preocupado, quienquiera que seas, por retener a tu muchacha, haz lo posible para que ella piense que estás absorto por su belleza. Si lleva un vestido de Tiro, alabarás las telas de Tiro; si lleva un vestido de Cos, sea tu opinión que la tela de Cos le sienta bien. Lleva un vestido dorado: en ese caso sea ella para ti más preciosa que el oro mismo; si se pone un vestido de lana, apruébalo una vez que se lo haya puesto. Si se te ha presentado cubierta con una túnica, exclama: “enciendes mi pasión”, pero pídele con voz cuitada que se proteja del frío. Si se peina separándose en dos parte la cabellera, alaba ese peinado. Si se riza el pelo con hierro candente, ¡oh cabello rizado, me gusta! Admira sus brazos cuando baile, su voz cuando cante y, cuando haya terminado, ten palabras de queja. Mostrarás veneración incluso por vuestras mismas uniones amorosas, por el placer mismo y los goces secretos de que ella disfruta por la noche. Aunque fuera más áspera que la terrible Medusa, se hará cariñosa y afable para su enamorado.

Únicamente procura al decir esas cosas que no se te note que estás disimulando y no arruines tus palabras con la expresión de tu rostro. El artificio resulta provechoso si se mantiene escondido, pero una vez descubierto produce vergüenza y, lógicamente, acaba para siempre con la confianza”

Ovidio, , lib. II, 295-314, Editorial Gredos, Madrid, 2001
(Traducción de Vicente Cristóbal López)

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